miércoles, 26 de diciembre de 2012

La achicoria del papel-prensa (o arrastrados por la tecnología)




Dejo aquí un vuelapluma escrito la tarde de Nochebuena, entre la nostalgia y el arrebato, durante una hogareña guardia online. Los tiempos verbales han sido actualizados.

La prensa nacional sacó ayer edición en papel*. Lo hizo en el material virtual de las tabletas en el que los periodistas que nos aferramos a ser leídos en tinta real vemos otra tabla de salvación.

Otra tradición arrastrada por la tecnología ésta del descanso de Nochebuena. Morirá -también en Nochevieja y Viernes Santo- porque internet la deja en un sinsentido. No llegarán los diarios a los kioscos ni a los buzones e impresores y repartidores seguirán teniendo su merecido descanso.

Pero se publicarán en esa achicoria del papel que son las tabletas. Veo ya la espuma en barbas ajenas.

Se acabarán los tres festivos como concluyó el descanso dominical para los periódicos, tradición con la que murió la Hoja del Lunes, aquella publicación que era como una caja común del oficio y que en muchas familias servía para paliar la ausencia del diario habitual en el primer día de la semana.

*Posdata de post: Tengo controladas las ediciones en kiosco digital de El País, Abc y El Mundo. La prensa de Barcelona no se ha sumado hoy a la iniciativa. En Cataluña, la tradición se retrasa un día y no hay edición en Día de Sant Esteve. También hubo edición tableta en el Times y el Daily Telegraph, por ejemplo.

La imagen: Taller de linotipias de Nueva España, en la calle de La Palma, a principios de los pasados años 80. Del archivo del Diario.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Frío popular



Con mayúsculas: El Justicia. Obsérvese en una hojeada a las hemerotecas que el Justicia es el único cargo entre los ordinarios de la cosa pública que en Aragón escribrimos con mayúsculas. Es una tendencia que contraviene las normas generales de la ortografía de la Real Academia. Supone una muestra de la consideración a esta venerable institución

Con la que está cayendo, el Justiciazgo bien puede ser el pañuelo de las lágrimas de muchos ciudadanos. Pese a su nula capacidad ejecutiva, esta institución es uno de los símbolos más genuinos del sentimiento de los aragoneses a una comunidad específica, más allá de ismos y de alcances patrios.

Cada 20 de diciembre se recuerda este valor del Justicia en la figura de Juan de Lanuza V el Mozo. Percibo que la mayoría de los aragoneses consideran las "Alteraciones de Aragón" de 1591 únicamente como un acontecimiento histórico. Sin más valor. De hecho, el recuerdo de la fecha de la ejecución del último de los Lanuza justicias carece del calor popular que conllevan homenajes comparables y cercanos.

Pero da para más. El Justicia simboliza el valor que en Aragón han tenido el derecho y el pacto, otro valor propio tan distinto del apego por la pendencia que ha distinguido, y distingue todavía, la relación en las cosas públicas y privadas de las Españas, Aragón incluido en muchas ocasiones.

En 1983, las renacidas y reformuladas Cortes de Aragón y Diputación General de Aragón comenzaron la costumbre de tributar el homenaje anual al Justicia en el monumento de la zaragozana plaza de Aragón.

Un año después, en Huesca un grupo de ciudadanos vinculados a entidades de promoción de valores culturales aragoneses convocó el primer homenaje en Huesca. Se distinguía entre ellos Julio Brioso, compañero durante algunos años. Tiene lugar desde entonces ante el busto de Lanuza "El Mozo" que ha ajado ese dejarse llevar, esa afectada fatuidad tan oscense que oculta en realidad puro desdén de sí mismo.

El alcalde Enrique Sánchez Carrasco acudió desde el primer año al homenaje, de forma oficiosa. En 1995, la Corporación lo hizo suyo y, desde entonces, es institucional. Algunos años (1998, 1999 o 2010) contó con la presencia de Fernando García Vicente y jóvenes nacionalistas intentaron dotarlo de un alcance popular con torta y vino popular; precisamente bajo las carrascas en las que busco inspiración. Pero la frialdad del Palacio Renacentista parece contagiar el acto, que siempre resulta desangelado.

Falta calor ciudadano, el que deberían procurar los munícipes, tal vez con una mejor hora (siempre es a media mañana), con un llamamiento formal y de alcance; con esmero a fin de cuentas. Un momento para celebrar lo que nos une: el futuro sustentado en el acuerdo.

Postdata de post:

En 1998, el alcalde José Luis Rubió recibió en el homenaje al Justicia del 20 de diciembre una carta de la entonces organización juvenil de CHA en la que proponía erigir un monumento a la institución en la plaza de su nombre, que el pragmatismo popular bautizó como plaza de los Tocinos. La propuesta la recibió también Fernando Elboj, alcalde dato al ornato escultura de vías públicas, una carencia que era en Huesca una evidencia antes de sus mandatos. Sin embargo, aunque éste último prometió someter el asunto a la Corporación, el tema pasó al limbo municipal, denominación esta acuñada por otro corporativo de los pasados 90, José Luis Pomar.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

dafasdf


Media tarde del viernes. La biografía de la página de Facebook del diario desaparece de la pantalla. Cualquier nuevo post en el muro sigue el mismo proceso: tecla de intro, actualización de Facebook que se cuelga y biografía en blanco que impide saber si existen nuevas publicaciones.

En un movimiento casi reflejo, tecleo al azar y la aleatoria combinación de caracteres se cierra con un inconsciente intro. Se trata de una suerte de movimiento instintivo para tratar de desbloquear la aplicación.

Y en la biografía aparece la combinación ("dafasdf") sin que llegue a saberlo.

Del suceso adquiero conocimiento por los avisos de mensaje de la parte superior de la página. Un primer mensaje en tono humorístico. El acceso a la biografía sigue vedado. No hay manera de borrar el mensaje. Pánico a un ataque de risa viral, a un cachondeo generalizado con la mala leche como hilo conductor.

Por fortuna, el primer mensaje marca la pauta. Ironía comprensiva.

Este es el resultado del hilo:



Doy por hecho que existe algún estudio sobre el comportamiento de los usuarios de redes sociales. Para el trabajo del gestor de comunidades es imposible encontrar un manual que prevea el comportamiento de los seguidores o que adiestre frente a sus imprevisibles respuestas.

En muchas ocasiones hay que funcionar a base de intuición. Circunstancias como la hora o el día en el que se comparte un mensaje, la actualidad del momento o el contenido de una primera interacción parece desencadenar la participación, objetivo siempre de este aún incipiente medio de contacto con consumidores (caso de las marcas) o audiencias (para los medios)

Cuando parece que un asunto reviste interés, la repuesta es nula. Cuando algo se supone ajeno a la preocupación general, surge la participación.

Un indicativo éste de lo alejados que en muchas ocasiones nos encontramos los periodistas de los intereses de los lectores.

Postdata de post: 

1.- Facebook nos devolvió la biografía. Optamos por mantener el curioso post en el muro. Los mensajes lo merecían. No aventuro qué hubiéramos hecho de haber obtenido un flujo menos comprensivo.

2.- Prometo no teclear al azar nunca más.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Distancias y jerarquías


El periodismo es una cuestión de distancias: tomar la suficiente para mirar los hechos con perspectiva suficiente para evitar verse envuelto por los intereses de los protagonistas, pero sin alejarse tanto que se desenfoque la percepción de los hechos.

Cuando hay ciertos asuntos que pasan a ser rutinarios es fácil perder el justo punto de observación, de manera que los detalles y los matices desaparecen.

En estos casos, los lectores pueden resituarnos. Un comentario acertado puede servir para jerarquizar una noticia de modo adecuado.

Un caso de hoy. El Ayuntamiento oscense ha logrado que el juzgado de lo contencioso-administrativo le autorice a abonar la cuantía de la sentencia del Polígono 32 en dos fases, con cargo a los presupuestos de 2012 y de 2013, pero siempre antes de julio del próximo año.

Persuadido de que este viene siendo un asunto noticioso en los últimos meses y de importancia capital en el presupuesto municipal del próximo año, había otorgado a esta noticia la máxima jerarquía. Ha ido a bloque principal de portada de la web ipso facto.

A las horas, aparece este comentario: 

...!.joder que bien! el Gabinete Jurídico del Consistorio ha conseguido que se pague en dos veces....eso sí, antes de julio 2013...... ¿¿¿yyyyyyyyyyy???

Con independencia del estilo hay que reconocer que contiene una gran verdad.: ¿Y qué si se ha autorizado el pago en dos fases? El efecto de la decisión del juzgado a estas alturas del año es poco más que un problema contable para el Consistorio. Nada alivia la cantidad ni sus efectos perniciosos para las arcas consistoriales.

Postdata de post: La noticia ha dejado de aparecer en portada.

miércoles, 11 de abril de 2012

Contra transparencia, ambigüedad



Consta mosqueo en el grupo municipal del PP por la aparición en medios de comunicación de documentos municipales en desarrollo o trabajo interno y, concretamente, ordenanzas en proceso de debate como ejemplo más habitual, aunque no único.

Concejales de la oposición han sido reprendidos durante alguna reunión como sospechosos de filtraciones, una actitud que ya padecieron los populares con sus precedentes, porque esta es actitud universal de gobierno. La propia alcaldesa se refirió a este asunto en el pleno de febrero (con un cierto tono desdeñoso), cuando a una referencia de Equo-Los Verdes sobre la necesidad de una mayor transparencia en el trabajo consistorial indicó que el borrador de ordenanza al que hacían referencia estaba colgado ya en la edición web de DIARIO DEL ALTOARAGÓN.

Posibilitar el acceso de los lectores a documentación municipal de interés es uno de los objetivos que nos planteamos en el diario cuando afrontamos la información municipal. Lo consideramos un derecho de los lectores al que, en la medida de nuestras posibilidades, nuestros aciertos y nuestras fuentes hacen alcanzable este objetivo.

La vía oficial se cierra en ocasiones con la excusa de que tal o cual documento es interno o que está en proceso de debate cuando, precisamente, el interés de no pocos ciudadanos en acceder a esta documentación es el proceso de estudio.

El PP se comprometió a promulgar una Ley de Transparencia que posibilite el acceso de la ciudadanía a la información oficial. Entiendo que el objetivo de posibilitar conlleva otorgar facilidades. Quien se enfrenta a la maquinaria administrativa sabe bien que el marasmo de procedimientos supone una complicación casi tan difícil de vadear como el interés general de los gobernantes por el control de la información. Este último objetivo es, desgraciadamente, regla fundamental en la acción de mando.

Determinar procesos sencillos y garantizar el acceso a la información frente al interés político por su control deberían ser objetivos de la normativa cuyo borrador ha sido sometido al escrutinio público con facilidad de acceso, en este caso sí.

Pero la primera lectura del anteproyecto de ley no invita al optimismo. Las cautelas introducidas redundan en los problemas hallados hasta la fecha.

El artículo 10 establece los límites de acceso y, entre estos sitúa "los intereses económicos y comerciales" o "la garantía de la confidencialidad o el secreto requerido en procesos de toma de decisión".Y en el artículo 12, referido a las excepciones, habla de que no serán objeto de derecho de acceso las peticiones que se refieran a información "que esté en curso de elaboración o publicación general".
A falta de mayor concreción (que no encuentro o no sé encontrar en el articulado) la decisión contraria a la petición tiene como contrapeso la posibilidad de una reclamación ante la Agencia Estatal de Transparencia.

Habrá que inferir que la interpretación de estos artículos queda al albur de quien tiene el mando. Contra transparencia, ambigüedad.

Postdata de post: Mañana se cierra, por cierto, el plazo abierto por el Gobierno para remitir sugerencias al anteproyecto.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Nomenclaturas viarias




La nomenclatura viaria es asunto suscitador de discusiones, encendidas incluso, enconadas en algunas ocasiones. Generalmente, la decisión del bautismo callejero queda a expensas de los políticos de turno y en ocasiones a criterios tan aleatorios como la eventual lectura de una edil en el momento de la toma de decisión. Por esta razón tiene calle en Huesca Frida Kahlo (cuya biografía devoraba la edil proponente) y no, por citar, Antonio Saura. Esta y porque se ha adoptado para el callejero oscense la cuota de sexo.

Es cuestión tan curiosa en el caso de Huesca como que durante años, la decisión la tomaba la comisión de Hacienda, órgano tal vez más apropiado para definir la calificación fiscal de las calles que para estos asuntos más pedestres. Desde época reciente la competencia es de Urbanismo.

Perviven en algunas vias de la ciudad castiza nombres de antaño.

Cuando escribo de la calle de Roldán suelo agregar entre paréntesis "callejón del Saco".

Esta costumbre me reportó hace varios meses una severa admonición de un lector que me reprochaba esta tendencia convencido de que suponía un desdoro semejante como el denominar a un fulano por el apodo familiar, por ejemplo.

Le expresé mi completo desacuerdo, indicándole que, al contrario, mantener los nombre populares me resulta una sana costumbre para mantener el acervo popular. Estoy convencido de que no pocas personas conocen, por ejemplo, la vía que une Fatás con Manuel Bescós/Silvio Kosti como callejón del Saco y no como calle de Roldán. A la razón que podríamos denominar como "huesqueta" se le unía la práctica.

No aspiro a tener la razón, pero me parecería una buena idea la doble rotulación de calles con denominación oficial y popular: Goya-Alpargán, Lanuza-San Martín, López Allué-Mercado (tras el sonado fracaso del empeño oficial de denominarla como lo que nunca ha sido: plaza Mayor), Roldán-callejón del Saco, Ramiro el Monje-Correría, Sancho Abarca-Pataquera, Sancho Ramírez-Ballesteros, Nuestra señora de Salas-El Navarrico, Concepción Arenal-plaza de la Cárcel, San Jorge-Barrionuevo, Alfonso el Batallador-La Corralaza, plaza de la Inmaculada-del Principal, Lucas Mallada-Alameda y ronda de Montearagón-Trasmuro.

El listado no es capricho de un servidor. Está rescatado del limbo municipal. Forma parte este breve callejero de un acuerdo adoptado por la Comisión de Cultura del Ayuntamiento en 1997. El asunto quedó en la presentación de un estudio justificativo de esta medida por parte de Julio Brioso, documento que pasó a la tierra de nadie de los temas consistoriales.

En el siguiente mandato, Chunta Aragonesista recuperó el asunto pero con intención de llevar al callejero no solo la doble nomenclatura oficial-popular sino también castellano/aragonés. No fue nada este segundo intento.

Posdata de post: Otra de las inveteradas costumbres es denominar calles con el nombre de alcaldes. En la lista de regidores  además de José Luis Rubió (que todavía no tiene porque no se ha planteado oportunidad) echo en falta uno: Jesús Abad, que presidió la Corporación en 1932, entre Mariano Carderera y Manuel Sender. Fue director de la Escuela Normal de Maestros, militante de Acción Republicana y miembro de la Diputación Provincial, que llegó a presidir en 1933.


La imagen, de Víctor Ibáñez, corresponde al callejón del Saco.

jueves, 22 de marzo de 2012

El derecho a la audiencia pública consistorial




Países de la Unión Europea sin una Ley de Transparencia: Luxemburgo, Malta, Chipre y España.
El Gobierno ha anunciado el próximo envío al Parlamento de una norma que, en teoría, debe obligar a las administraciones públicas a faciliar el acceso a datos, informes y tramitaciones.

El control político sobre los asuntos de interés publico es en ocasiones tan férreo que se convierte en un verdadero comisariato.

Los tímidos avances en la transparencia pública quedan en ocasiones en amagos porque las mejoras que se alcanzan no se convierten en acciones efectivas.

Sucede también en el Ayuntamiento, donde no pocos de cuyos acuerdos quedan en el limbo consistorial, el lugar donde quedan sepultados acuerdos a la espera de que alguien los rescate.

El año pasado, el Consistorio aprobó el nuevo Reglamento de Participación Ciudadana, con algunas medidas de especial interés para facilitar el acceso a la información consistorial.

Una de ellas, el derecho a "audiencia pública" reviste un especial interés, porque supone la obligación del gobierno local de explicar a los ciudadanos su programa de gestión y las ordenanzas municipales al menos en una sesión anual.

La redacción del artículo no da lugar a dudas: Es un imperativo normativo  y no una mera decisión potestativa el convocar al menos una sesion al año.

Por el momento, sin noticias de audiencia alguna.

Obviamente, queda la contraparte: que los ciudadanos y las asociaciones utilicen estos instrumentos.

Dejo a continuación el artículo:

 "Artículo 10.  La Audiencia Pública 
1. Los vecinos/as de Huesca y las Entidades Ciudadanas tienen el derecho de 
audiencia pública que consiste en la celebración de sesiones específicas para 
ser informados y escuchados respecto a temas de competencia municipal, y de 
especial relevancia para el municipio. 
2. El/la Alcalde/sa convocará una audiencia pública, al menos una vez al año,  
para presentar el programa de actuación municipal y las ordenanzas 
municipales. 
3. La audiencia pública será convocada por el/la Alcalde/sa, ya sea a iniciativa 
propia o a petición de: 9
a) Un 5 % de las vecinos/as inscritas en el padrón municipal que sean mayores 
de 18 años. 
b) Un número de Asociaciones o grupos no inferior al 10 % de los inscritos en el 
Registro Municipal de Entidades Ciudadanas. 
c) Los órganos de participación previstos en el presente Reglamento."

Aporto también el enlace al Reglamento de Participación Ciudadana

Hoy se ha abierto la página "Tu derecho a saber" para que el PP cumpla su promesa de una Ley de Transparencia.

Y el enlace a la página "Ley de Transparencia ya" que promueve la ley de ámbito nacional en la materia.

El País dedicó el fin de semana varias páginas al asunto.

La imagen: El tablón de anuncios del Palacio Consistorial, "tradicional" punto de acceso a la información municipal.

lunes, 19 de marzo de 2012

El tuit sintomático




Recibí ayer vía retuit un tuit que me dejó boquiabierto: Alguien había fotografiado a un grupo de personas conocidas/famosas en la ciudad pasando una noche de celebración en un discobar y no tuvo otra ocurrencia que colgar la foto.

Afortunadamente, y pese al morbillo de la situación, solo hubo dos retutis, suficientes, no obstante, para que la viralidad de la red potenciara la difusión de lo que no tiene interés alguno, ni público ni privado.

Existe el derecho a la privacidad, que no solo es exigible a los medios de comunicación convencionales. No había en la foto interés público alguno ni siquiera por el hecho que el acceso al local lo fuera, concepto este que siempre es relativo.

No tuvo la gallardía de sacar la foto dando la cara. Fue "robada", con los involuntarios protagonistas de espaldas (uno de ellos distinguible de perfil), aunque el circunstancia paparazzo se encargó de relatar quiénes estaban de farra.

Cito el tuit como síntoma.

La era de la tecnología comunicacional ha variado un aspecto sustancial en las relaciones humanas: la alteridad. De las relaciones inmediatas, cara a cara o de contacto con sus ricos matices, hemos pasado a la proliferación de las relaciones mediatizadas por la tecnología.

En esta situación, han perdido valor conceptos como el pudor, la prudencia en los juicios sobre los otros o lisa y llanamente el respeto que se produce de reconcer en el otro un semejante y no un terminal de un ordenador.
Sesudos estudios hay sobre este fenómeno que tiene su traslación a la vida diaria en fenómeno impúdicos y exhibicionistas como los "realities" o la profusion de injurias o intromisiones en la vida privada de los convecinos como se ven atrincheradas en los apodos o en los comentarios anónimos.

Recomiendo al respecto un libro del pensador Nobert Bilbeny, quien ya en una época digitalmente temprana como 1997 reflexionaba al respecto: "La revolución en la ética (Hábitos y creecias en la sociedad digital"), editado en Anagrama.

La experiencia me dice que las redes sociales sosiegan este fenómeno. Por lo general, son menos proclives al anonimato (que no tiene por qué ser coartada de la falta de respeto). Los usuarios son más dados a identificarse, lo cual atempera ánimos y aporta un grado de prudencia recomendable.

El nivel de seguridad en estas herramientas depende en buena parte de cada cual, de lo que expone de sí mismo y de su vida. Me resultan excesivas las enormes reservas que transmite el protagonista de la información de hoy en el diario sobre los riesgos en internet, aunque seguro que tiene al respecto una opinión más fundada que la mía, basada en observación e intución, sin pretensiones de certeza.

Discrepo, por ejemplo, sobre sus afirmaciones sobre la identidad. La relación humana se basa en el reconocimiento mutuo y ocultarlo en internet con la seguridad como argumento resta calidad humanda.

Me preocupa más lo que los demás hagan de uno mismo en la red, un aspecto del todo incontrable, o casi totalmente. Como en el caso del tuit sintomático cuya referencia abre el post.

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Postdata de post: He dudado en aportar más datos sobre los protagonistas de la foto. No lo he hecho porque no quiero darle pábulo a lo que no interesa; aunque he sopesado hacerlo porque siempre puede argumentarse aquello de que si lo has mentado, por qué no contarlo todo. Pero ha podido el no. Es mejor pecar de prudente.

jueves, 15 de marzo de 2012

Más cafés y tal vez menos internet




Por algún ignoto problema de conexión me encontré en la apertura del Congreso de Periodismo Digital más pendiente de la chamarilería cibernética que del contenido.

Opté por la desconexión en lugar de la reconexión infrucutosa y por volver al papel; más que nada para no perderme lo sustantivo. Ponencias después, Pere Rusiñol advirtió de que la obsesión por la inmediatez que propician los nuevos artefactos tecnológicos resta tiempo para los recomenfables cafés con fuente, método clásico de obtención de hilos para historias de interés.

Los cafés a los que añado los corrillos, siempre productivos tras convocatorias habituales de funcionarial grisura y en muchas ocasiones estólido contenido.

Lo reconozco: me trae de cabeza recomponer hábitos de trabajo para compatabilizar ambas actividades.

Maurizio Carlotti había responsabilizado al periodista del cuidado de sus informaciones frente a las prisas. No puedo estar más de acuerdo. Le faltó afrontar el origen de las urgencias. Ahí podría haberse pillado el argumentario de una muy interesante ponencia a la que, en algunos momentos -como en el citado- se le vio un andamiaje precario.

Con todo, me gustó. Llegaba prejuicioso a su apertura. Ya lo reconocí en tuiter. Son fatales las ideas preconcebidas.

Al margen de ejercitar los dedos sobre la pantalla, los mejores momentos llegaron fuera de la sala de congresos, en reecuentro con amigos, saludos a viejos conocidos y la concreción de una vieja aspiración: reconorme en persona rendido admirador de José Martí Gómez.

Tras deambular en el rededor del estudio provisional de los compañeros de Radio Huesca, donde Martí Gómez participaba en una entrevista, vencí la timidez cuando ésta concluyó y le pedí al maestro que me dedicara el libro "Ellas" que ha editado en eCícero, la editorial de sustanciosos opúsculos que ha puesto en máquinas (y en ebook) Fernando García Mongay.

Dicho y hecho. Me atrevo a recomendar dos libros fascinantes del periodista barcelonés: "Amor y muerte en la oficina" e "Historias de asesinos".

Entrevistó Martí Gómez a Carles Porta, autor del libro Fago, que ya figura en mi "bibliopilón" de las obras en espera. Señaló con tino la espectacularización del juicio. En un breve aparte antes de su intervención le comenté que en aquellos días en los que me tocó cubrir la vista oral me sentí abrumado por la inflación informativa, acostumbrado a una Audiencia con un puñadín de periodistas.

De Fago, como de todos los crímenes, se han escrito, dicho y filmado en avalancha. Y siempre queda otro tanto por escribir y por descubrir, más allá de la verdad judicial, que no agota ni la verdad material ni mucho menos la verdad, así sustancial sin la adherencia del adjetivo.

Carles Porta escribe desde otra perspectiva, frente (que no tiene que ser en contra) de sus compañeros, los que formábamos el muro al final de la cuesta de la calle de Moya que cada mañana avizoraban desde el Coso Alto la hermana de Santiago Mainar, el equipo de abogados de la defensa y el propio Carles Porta.

El fiscal del caso, Felipe Zazurca, ha proclamado en alguna ocasión (vista oral se entiende) que en una sala de justicia no se juzgan personas (una trayectoria vital, en un juicio a la totalidad) sino comportamientos (hechos, por tanto). No sé si lo dijo en aquellos procelosos días de apreturas, agobios, sesiones interminables, tensiones contenidas, prisas (sí, prisas también) y la sensación, que confirmó la sentencia, de una autoría compartida que la investigación no pudo -o no supo- convertir en certeza. Carles Porta dejó ayer claro que "el sistema" y con él la profesión periodística en general pre-juzgaron a Mainar.Y aquel pre-juicio fue a la persona y no al comportamiento colegí recordando el aserto del jefe del Ministerio Público en nuestro ámbito.

El crimen es un despertador de la conciencia, apuntó Martí Gómez en su intervención.

La sala de vistas como el escenario de una catarsis, la que propician las historias del envés de la vida, añado modestamente.

Mañana más, con la dedicatoria de Martí Gómez ya en el zurrón. Más cafés y tal vez menos internet.

martes, 13 de marzo de 2012

Unos porqués entre carrascas



Hacía días que no me sentaba a su vera, entre las carrascas de la plaza de la Catedral. Le daban la espalda un grupo de muchachos de visita en la ciudad. Salían del Museo Diocesano y desenvolvían sus bocatas en el pretil que circunda su fuente.

Ahí seguía, estática observante del portón del Palacio Consistorial; callada poseedora de quién sabe cuántos
secretos de despachos, de ires y venires, de entradas y salidas a la sede del Consistorio.

He intentado arrancarle no sé cuántas veces sus secretos. Pero nada, disciplina de hierro, frío silencio; a lo suyo como ha solido desde que fue ubicada en su lugar en 1886, un puesto de observación entre carrascas, donde avizora el corazón de la ciudad, del que solo salió para marchar a una corta estancia en la plaza de Concepción Arenal.

A La Moreneta, fuente de las fuentes, le abriría yo un twitter para que narrara los aconteceres consistoriales. A su lado me siento en accesos al caserón municipal a ver qué me cuenta. Pero nada, silenciosa entre carrascas.

Claro queda el por qué del encabezado del blog, al que emigro desde Balcón de Almériz. No tan claro le queda al escribiente los ques. Se alivia señalando que será otro (casi) dietario sentimental y ligero, hecho de vuelaplumas y jirones de actualidad de la ciudad, al que incorporará lo que le trinen las redes sociales, dado que La Moreneta no está dispuesta a hacerlo, escrupulosa como es ella con el secreto profesional y nada dada al off the record ni con quien ha visto durante veinte años dedicarle un guiño cómplice antes de cruzar la puerta a la que mira para ver de cazar algo para escribir unas líneas.

Postdata de post:

1.- Como casi todo en Huesca, la instalación de la fuente fue discutida en su época. Los oscenses querían llenar botijos sin los inconvenientes del ornato.

De ella dijo el Diario de Huesca el 13 de febrero de 1889:
"Preséntase el tiempo desapacible y en extremo frío. El fuente descenso de temperatura se nota en la campiña y en las acequias y las charcas. Hasta la fuente monumental de la plaza de Zaragoza, exhibía hoy gruesos y caprichosos témpanos de hielo. Y no hablamos de la de la plaza de la Catedral, porque aunque oficialmente se ha convenido en darla aquel calificativo estético, ni lo tiene por su mérito ni lo merece por su servicio (...)"

Con estos antecendentes, tampoco me extrañan sus desconfianzas.

Y desde primera hora sufrió las arremetidas vecinales:
Del mismo diario, el 4 de junio de 1886:
 "Rogamos al señor Alcalde (Sánchez Montestruc) ordene a uno de sus agentes la vigilancia necesaria para que la fuente colocada en la plaza de la Catedral no se convierta en abrevadero, cuando no en diversión de muchachos, como hemos presenciado diferentes veces, con sentimiento de toda persona sensata y desdoro de la cultura pública"

Bonito concepto el de cultura pública, muy alejado del que hoy le daríamos.